- Para evitar esta enfermedad es importante ofrecer un alimento balanceado acorde a la especie, raza, edad y estado de salud de tu peludito, y ante cualquier sintomatología, llevarlo de inmediato al médico veterinario y no automedicar.
- Recuerda que si tu gato presenta cualquiera de estos signos, es importante llevarlo de
inmediato al médico veterinario, quién procederá a realizar una valoración clínica completa,
pruebas de laboratorio e instaurará una terapia de estabilización urgente, algunas veces
colocando sondas de alimentación y realizando un tratamiento nutricional intensivo.
Bogotá D.C. mayo de 2023. En ocasiones, nuestro gatito dejar de comer, esto es
algo de lo que debemos estar muy alerta, ya que cuando sucede por periodos que
se extienden entre 48 a 72 horas, se genera una pérdida de energía y proteína en
su organismo, lo que produce una movilización de grasas hacia el hígado, esto, con
el fin de compensar este desequilibrio, que se conoce como lipidosis hepática o
comúnmente “hígado graso felino”. Este síndrome puede conllevar a una falla en las
funciones hepáticas, y si no se controla, podría comprometer la vida del animal.
Esta enfermedad puede darse en cualquier raza y se presenta con mayor frecuencia
en gatos adultos de mediana a avanzada edad, aunque se puede dar en cualquier
periodo de la vida. En la mayoría de casos, lo vemos en gatitos con altos índices de
estrés, obesidad, diabetes mellitus, cáncer, alteraciones de páncreas, riñón, entre
otras.
Para evitar esta afección, es importante ofrecer un alimento balanceado acorde a la
especie, raza, edad y estado de salud de tu peludito, y ante cualquier
sintomatología, llevarlo de inmediato al médico veterinario y no automedicar. Los
gatos siempre deben comer, si no lo hacen, y pasan más de 12 a 24 horas debes ir
por urgencias para que lo valoren.
El Dr. Carlos Cifuentes, médico veterinario de Pet Food Institute, menciona 12
síntomas que podrían indicar que tu minino padece de hígado graso o se encuentra
en sus principios:
1. No consumen alimento por periodos mayores a 48 horas.
2. Presenta vómitos.
3. Depresión.
4. Debilidad.
5. Deja de jugar.
6. se aísla o esconde.
7. Su pelo se vuelve opaco o se le cae más de lo normal.
8. Pérdida de peso.
9. Diarrea.
10. Mucosas o piel de color amarillo.
11. Salivación en exceso.
12. En algunas ocasiones, respiración agitada con o sin dificultad.
Recuerda que si tu gato presenta cualquiera de estos signos, es importante llevarlo
de inmediato al médico veterinario, quién procederá a realizar una valoración clínica
completa, pruebas de laboratorio e instaurará una terapia de estabilización urgente,
algunas veces colocando sondas de alimentación y realizando un tratamiento
nutricional intensivo.
Fuentes
- Valtolina, C., & Favier, R. P. (2017). Feline hepatic lipidosis. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 47(3), 683-702.
- Delaney, S.J; Fascetti, A.J & Elliott, D.A. (2007). Enciclopedia de la nutrición clínica canina: Nutrición canina en cuidados intensivos.
Royal canin Ibérica, S.A. - PÉREZ, Enrique. (2007). Entender y tratar la lipidosis hepática felina. Revista Complutense de Ciencias Veterinarias Cátedra Hill’s.
Hospital Clínico Veterinario. Dpto. Patología Animal II. Facultad de Veterinaria de Madrid (España).ISSN: 1988-2688 RCCV Vol. 1 (2). - Sánchez, E. y López, M. (2008). Revisión y actualización de la lipidosis hepática. Clínica Veterinaria Coso. Clin. Vet. Peq. Anim, 28
(3): 183-189. (Zaragoza, España).
Para más información visita www.pficolombia.com.co
Puedes encontrar todas las recomendaciones que tenemos para dueños de mascotas en SALUD PARA MASCOTAS DE PFI